Cada decisión conlleva a una acción, una reacción, un resultado. No deseo otra cosa más que ese resultado favorezca al dueño de esta promesa.
Sin embargo...
Lo que veo entre el piso brillante de azulejos blancos y negros a modo de ajedrez son decenas de rosas rojas que se van deshojando mientras yo voy caminando, siguiendo quién sabe qué cosa hacia el fulgor de enfrente cuando mis piernas pierden sus fuerzas inexplicamente y caigo de rodillas. Alguien camina hacia mí y reconozco a esa persona inmediatamente: es Xanxus, quien al tenerme cerca jala fuertemente de mi cuello una cadena aparecida de la nada, lo que me obliga a caer hacia adelante metiendo las manos para no estrellarme de cara contra el suelo.
Él dice algo que suena como "spazzatura" en una voz ronca mientras otro jalón, esta vez desde la nuca me lleva hacia atrás levantándome y escucho una inconfundible risa.
Ushishishishishi...
Cada uno jala en una dirección distinta y comienza a faltarme el aire por la presión de mi cuello. Busco mi espada con desesperación para cortar mis amarres pero está fuera de mi alcance.
Cuando comienza a nublárseme la visión, escucho el sonido de algo pequeño y metálico contra el piso, el que hace desaparecer casi al instante las cuerdas que oprimen mi cuello mientras Xanxus y Belphegor se marchan. Abro los ojos por mera curiosidad pero no logro distinguir nada más que una figura humana que extendía su mano hacia a mí.
Puedo ver a esa persona, pero al mismo tiempo no logro verla. En el instante en que que levanto y toco su mano, toda esta se transforma en guiñapos teñidos en sangre que salpica como agua contra suelo y me percato de que una mujer joven me sonríe a lo lejos.
La llamo pero esta no responde y cuando logro ponerme en pie, siento un dolor intenso atravesándome el pecho, equivalente a aquel de cuando el enorme tiburón blanco casi me devora vivo. Logro oír unas palabras que parecen estar en otro idioma notando cómo mi cuerpo va cayendo hasta chocar de lleno contra el piso, esparciéndose una gran cantidad de sangre por todo el lugar.
Fahr zur Hölle, Bitch
Al despertar veo con agitación que sigo en aquella habitación del hotel. Comprendiendo que sólo se trata de un sueño, no obstante llevándome la mano al pecho, resintiendo aún aquel dolor onírico.
Comienzo a recordar lo transcurrido ese día que la pasamos recorriendo toda la ciudad minuciosamente sin encontrar ninguna señal que nos pudiera llevar a la posición de nuestro objetivo.
Pero en unas horas será otro día.
Belphegor y Fran fueron asignados a una revisión más exhaustiva y discreta mientras que Lussuria y Leviathan llevan a cabo la realización de la logística. El Jefe y yo por el contrario permaneceremos en la instalación, revisando cuidadosamente los mapas de las diferentes zonas de la ciudad, reacomodando los posibles puntos base del objetivo.
Pareciera tarea fácil, pero tratar con Xanxus nunca lo ha sido.

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