Maiden in Love -【恋する乙女】


Hace como un año, yo me encontraba pensando muchas cosas y temiendo muchas cosas con respecto a mi vida. Hay cosas que recuerdo y otras no, pero en esos momentos yo aún estaba resentido por un suceso no muy agradable y me encontraba intentando superarlo, al lado de la persona que aún está conmigo como mi pareja.

No sé, quizás las fechas me ponen nostálgico pero aunque no quiera, de repente me llego a sentir solo, y aunque con la sola presencia de mi amado eso se desvanece, ahora me asaltan ciertos miedos que me inquietan.

"Contigo aquí, ya no estoy solo".

Recuerdo que cuando apenas conocía a Lui me intrigaba mucho, quería conocer y saber todo de él y que no pudiera lograr eso me angustiaba, porque me hacía pensar que yo no era parte de su mundo, sino algo muy ajeno a este. Creo que esa es la razón por la que siempre he buscado saber más de él y su entorno, hasta el punto de asfixiarlo...

Algunos recuerdos lejanos se ven tan cercanos, como esa imagen que tengo de Ludwig Herzog con un mensaje de agradecimiento por dos meses de estar juntos. Me agrada esa sensación, porque el tiempo se ve corto a su lado y dicen que cuando mejor la pasas es cuando menos sientes caminar el reloj.

Tengo mis ideas algo dispersas, algunas palabras se quedan marcadas... no quiero que caiga esto en la monotonía, por eso busco darle su espacio, sin embargo no quiero de ningún modo sentirlo lejano, ni tener miedo de acercarme más de la cuenta. No quiero molestarlo, no quiero aburrirlo, no quiero lastimarlo, pero tampoco quiero distanciarme. No sé si todo esto está en mi cabeza; es como cuando apenas lo conocía y desconocía tantas cosas de él, esa sensación de no ser parte... ¿pero cómo me hago parte si no lo soy?, ¿o cómo evito sentir esto? No quiero ahogarlo entre mis brazos posesivos, no a este dragón que busca volar a través del cielo.

Será que estoy siendo algo dramático...

Estuve leyendo algunas cosas, textos que relatan los motivos por los cuáles una relación puede caer en la rutina y cómo arreglar eso, pero eran sólo soluciones que ya había pensado, pero aún así lo pondré:

Dialogar y negociar. El consenso y los acuerdos ante las discrepancias de opiniones, la alternancia en las decisiones es una buena opción: "Este verano eliges tú el destino de vacaciones, el próximo yo." Los diferentes puntos de vista son enriquecedores y dinamizan la relación de pareja.

Compartir la responsabilidad. Jamás hay que esperar a que sea el otro miembro de la pareja el que decida, ya que crea frustración. La responsabilidad de la toma de decisiones debe ser compartida por ambos.

Conservar la ilusión. La sorpresa es un factor determinante para terminar con la rutina. El hecho de organizar una escapada de fin de semana o una cena romántica, sin que el otro lo espere, hace que la relación sea más apasionante.

Hablar claro Terminar con los sobreentendidos, los silencios acusatorios y las suposiciones que generan desconfianza y distanciamiento que debilitan la relación. Una pregunta, un comentario a tiempo que refleje el grado de disconformidad, evita que se dé todo por dicho y hecho.

Romper o disolver los juicios de valor Cuando uno considera que el otro es de un determinado modo se encasilla al otro en un juicio de valor en el que uno ya predispone la actuación del otro. Abrámonos a las sorpresas que el otro pueda introducir en nuestra vida pensando en que nunca dejara de sorprendernos.

Recuerdo que antes solía escribir las cosas que tenía en la cabeza y por alguna razón (temor, orgullo, decidia) dejé de hacerlo, al menos de este modo. A lo mejor no lo necesitaba, quién sabe, pero quiero sacarme todas estas ideas pesimistas escribiendo.

Veo que Dead está tranquilo y yo soy el único que anda de paranoico, eso me molesta, quisiera contagiarme de su tranquilidad, no me gusta ser tan sensible.

Aquel día le hablaba a dongsaeng sobre esto y le hice una comparación algo friki, de que una relación era como una Alma Gema, que si no se purificaba cada tanto, podrían pasar cosas malas y me dijo que tenía razón, que uno debía siempre estar cuidando eso para que ambas personas estuvieran bien.

Y sé que no tiene mucho que ver, pero esta tarde me puse a ver una película que no veía desde hacía un año. Se trataba de "El Descanso", donde las protagonistas, Amanda e Iris están de mala racha con respecto a su situación amorosa y deciden tomar vacaciones mediante un intercambio de viviendas, por las dos semanas de Navidad. Me agradó ver de nuevo esta película porque la primera vez que la vi, yo atravesaba una situación desagradable con una persona que no me valoraba y estaba aferrado a esa relación. Pero ahora que volví a verla, con una situación diferente, me sentí muy agradecido de las decisiones que tomé en ese entonces.

Debo admitir que cuando hablamos esa noche, me sentí enojado por muchas cosas. No era mi intención que las cosas cayeran en la rutina, me ofendió mucho que me dijera que se aburría y sólo pensé que yo no era ninguna clase de payaso o juguete para entretenerlo, pero no lo dije en ese momento porque cuando me enojo, yo soy sumamente hiriente. Pero es todo lo que recuerdo, fue lo único malo que se me quedó y pienso que no debe de quedar sólo en mí la responsabilidad, también necesito su ayuda, porque es cosa de dos, porque por algo somos una pareja. Así que por favor ayúdame Lui, ayudémonos juntos en esto.

Ah... sí era eso...

Esta sensación de no pertenecer ya me había asaltado antes e incluso escribí unas cuantas líneas al respecto:


¿Qué estoy haciendo?
¿Qué es este sentimiento?
Yo no soy parte de nada.
No pertenezco a ningún lugar.
Sólo soy un extranjero de la vida.



Y tú me respondiste:


Perteneces aquí en mi corazón...
Todos somos extranjeros en la vida,
toma mi mano y vamos juntos.

Es verdad... Yo pertenezco a tu corazón meine liebe.






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