Concealer -【Delusions】

Encerrado entre los lamentos subconscientes de mi propia necedad, no podía ver que era finalmente libre, pero aquella amplia habitación con ventanales de piso a techo parecían cubiertos de barrotes, en medio de un refugio amoroso que me satisfacía a medias.

Ya era cerca del mediodía y tras comer un desayuno ligero —curiosamente aunque Koji aseguraba no ser humano, no le vi problemas para comer— volvimos a la habitación de aquel elegante hotel que no tuve la delicadeza de admirar hasta ese momento. Era de tal magnificencia como nunca hubiera imaginado, aunque seguramente este hombre estaba acostumbrado a esa clase de lujos y glamour.

—Koji, no deberías gastarte tanto dinero en putas —dije con desdén mientras hacía un recorrido inconsciente por la habitación hasta terminar recostado sobre la cama. Sentí su mirada pesada e imaginé que mi comentario no le cayó nada bien, más no me importó.

—Ese es mi problema.

El tono áspero de su voz me heló la sangre e hizo que me levantara de golpe, sólo para volver a caer siendo sometido por la fuerza de sus brazos cuando se abalanzó sobre mí.

—¿Qué quieres? —pregunté con un marcado desafío en mis palabras.
—¿Eres mi puta cara no?, me voy a cobrar lo que pagué por ti.

Eché una carcajada demostrando el poco impacto que me causaba su amenaza y le dirigí una mirada cínica, casi como diciéndole “sírvete”, sin embargo tarde me di cuenta de que este era uno de esos momentos cruciales en los que debía mantener la boca cerrada.
Una mezcla de frustración y tristeza inundó sus ojos y tras agarrarme con fuerza por los hombros, me tiró boca abajo sobre la cama, arrancándome la poca ropa que llevaba puesta, como si las prendas fueran lienzos desgastados.

—¡¿Qué carajo les pasa a todos?! —grité desesperado como si mis gritos fueran a evitar lo que estaba a punto de suceder— ¡si tanto quieres follarme mátame primero!

Sentí sus manos temblar, titubeo que me dio el tiempo suficiente para soltarle un golpe en la cara y quitármelo de encima. Koji no respondió a pesar de que la agresión lo había hecho sangrar, pero en consecuencia a mi imprudencia, terminé atado a la cama con los girones de mi propia ropa.

—No lo entiendes —murmuró como si el sólo pronunciar esa frase le quemara la garganta.

“If I should die by your hand
Then I will smile at you with pleasure”

Esos ojos grises que parecían teñirse de rojo fue lo último que vi en lo que restó del día.

—No…

Frío y calor… creo que son escalofríos, el sudor resbala por mi cuerpo desnudo. No entiendo qué es lo que pasa, la cabeza me da vueltas, como si estuviera sumido en un delirio febril.

Pero al menos ya no duele.

Este hombre no deja de sorprenderme. ¿Es esa destreza o realmente sabe de antemano cómo encender cada uno de mis sentidos?

Pronto me doy cuenta de que no sólo son sus manos; también sus labios, su voz, su alma entera arrancándome suspiros cada vez más arrebatados, mismos que transmutan en vocablos, pronunciando su nombre con cada estallido de placer.

—Kurai…

Mi corazón se sobresaltó al escuchar ese nombre, incapaz de contener las lágrimas por el sentimiento comprimiendo mi pecho. Sin embargo tan pronto como éstas se asomaron por debajo del vendaje que cubría  mis ojos, fueron bebidas por sus labios.

Lo mismo… lo mismo que todos.

Al parecer no puedo salir de éste círculo, esta espiral descendente que me traga como vorágine, acabando y destrozando todo lo que alguna vez significaba mi existencia. ¿Cómo no me di cuenta antes? Sólo soy un medio, no un fin.

Por favor, alguien que me vea como si fuera un ser humano.

Estoy cansado de toda esta repetición sin sentido.

0 Comentarios

Follow Me On Instagram